Las plantas medicinales que contempla la fitoterapia para el tratamiento de las alergias, tienen efecto en distintos niveles del fenómeno alérgico, inhibiéndolo o con efectos antiinflamatorios, antihistamínicos o inmunomoduladores.
Las plantas medicinales varían dependiendo del tipo de alergia, así como la forma de presentarlas, infusiones, capsulas, jarabe o extractos:
Onagra: su presentación en forma de aceite de onagra es indicada para la dermatitis de origen alérgico.
Sol de oro: tiene propiedades antiinflamatorias, antitusivas y antialergénicas. Está indicado para alergias cutáneas, digestivas y respiratorias.
Grosellero negro: el aceite extraido de sus semillas se aplica en uso tópico y está indicado para la dermatitis, sequedad y envejecimiento cutáneo.
Ortiga menor: esta planta se usa en diferentes campos de medicina, empleándose para quemaduras y urticarias. Sus frutos machacados y aplicados en forma de cataplasma están indicados para tratar problemas dermatológicos.
Llantén: es una planta con propiedades antihistamínicas. Se utiliza para tratar catarros en las vias respiratorias altas y las afecciones inflamatorias de la mucosa bucofaríngea.
Regaliz: utilizada de forma tópica para inflamaciones de la piel en casos de picaduras de insectos o eccemas atópicos.
Saúco: lo mas utilizado son las flores y los frutos, las hojas y loa corteza también tienen utilidad. Sus utilidades son varias: antiinflamatorio, calmante, depurativo, etc.
Para tratar las alergias también es importante vigilar la alimentación, reduciendo o eliminando los alimentos que pueden agravarla como, el chocolate, la carne roja, las comidas fritas, la leche y derivados o productos con polen como la jalea real y la miel.