Si bien a muchas mujeres les encanta estar bronceadas el mayor tiempo posible y odian ver su piel del color original, sintiéndose pálidas, poco atractivas y hasta feas,  es necesario hablar fuerte sobre este punto.  Ni el bronceado natural ni el artificial resultan saludables para nuestra piel, por tanto no podemos abusar de ninguna de las dos formas, a riesgo de contraer alguna afección dermatológica e incluso el temido cáncer.

Las cámaras de bronceo, aumentan en un 50% las probabilidades de un cáncer de piel, incluso más si tienes una piel muy blanca, el riesgo aumenta si acudes más de dos veces. El método de bronceado llamado “lámpara” también está incluido en estos peligros para tu salud.

Por más que te encante dorarte y veas que tus artistas favoritas lucen un color perfecto, recuerda que hay otras formas, tal vez las lociones puedan ayudarte, claro que tampoco debes abusar, pero si lo haces, luego de broncearte debes consumir algunos alimentos que harán que tu nuevo color se mantenga por más tiempo. Hablamos de todos aquellos productos naturales con alto porcentaje de betacaroteno  como puede ser un  zanahoria cruda, la sandía, el melón, espinacas, espárragos, tomates y las acelgas.

LOCIONES*

Y ya que hablamos de lociones como los productos más inocuos para lograr un bronceado, te recomendamos las que están hechas a base de caña de azúcar, aunque tampoco debes usarlo desmedidamente, pueden causarte algún tipo de irritación nunca en el nivel de las cámaras o camas de bronceado. Sin embargo hay ciertas medidas de cuidado que debes tomar, como exfoliar tu piel antes de la aplicación.

UN TRUQUITO*

Si estás bronceada, otro recurso a utilizar para sellar tu nuevo color y hacerlo más duradero es utilizar prendas de vestir que te resalten.  Si eres rubia usa vestimentas en tonos rosa y celestes. Si eres morena los rojos y corales avivarán tu bronceado.  El maquillaje también es importante, aunque no en exceso, elige una sombra que combine con tu ropa y un pintalabios mate, esto realzará tu piel.

DAÑO SOLAR*

Respecto al bronceado natural, de ninguna manera puede ser saludable, actualmente los rayos ultravioletas del sol son más dañinos y va aumentando el número de personas en el mundo con cáncer a la piel, por no haber usado un protector solar.

Diariamente el uso del protector solar debe ser imprescindible y aplicado correctamente. Por ejemplo si es de factor entre 6 a 14, es de protección baja, de 15 a 29 protección media de 30-59 alta y el de factor 50+; es la protección más idónea.

Si vas a salir y no proteges tu piel, ten en cuenta que los rayos UV ponen nuestras células en ebullición, aniquilan nuestras fibras de colágeno y elastina, dañan además el ADN y disminuyen el sistema inmunológico.  

USO ADECUADO*

Debes aplicar tu protector solar en rostro y zonas como la nuca, los pies, o las orejas, muchas personas olvidan estos lugares y luego vienen también los problemas. Evita masajear, aplica la crema de una manera muy uniforme sobre todo el conjunto del cuerpo y del rostro, sin tratar de hacerlo penetrar.

La cantidad de producto  que se recomienda aplicar es de 2 mg por cm2 de piel. Eso representa seis cucharadas, es decir, un tubo de 125 ml por persona y para dos días.